Prisiones: ¿Castigos o Escuelas?
“La cárcel es una institución de reclusión legal para quienes han infringido la ley y están condenados por ello o se encuentran en calidad de imputados, esto es, que están siendo juzgados y están en calidad de detenidos con prisión preventiva.” MIDEPLAN, Departamento de Estudios (Nov. 2006) *más información en http://sni.mideplan.cl/links/files/publicaciones/publicaciones/1440.pdf Así describe el ministerio de planificación las prisiones, pero… ¿Se están llevando a cabo los procesos de detención, o simplemente estamos produciendo más delincuencia? La idea de que los que han infringido la ley sean detenidos en una prisión, es de cierto modo, una paradoja, ya que al llevarlo a una prisión, lo estaríamos juntando con más delincuentes, por lo que podrían, de una u otra forma intercambiar “técnicas de delincuencia”. Aunque tampoco podemos negar el hecho de que si la prisión es bien recibida por el reo, posiblemente salga adelante y ya no sea un delincuente. ¿Pero, ayuda realmente ir a la prisión? Chile presenta hoy la realidad de ser uno de los países de Latinoamérica con el porcentaje más alto de presos por cada 100 mil habitantes. Las estadísticas señalan que hay más de doscientos presos por cada 100 mil habitantes, lo que nos pone muy por encima de otros países de la región En realidad esta pregunta no la podemos responder a nivel generalizado, ya que depende mucho de la persona y de su nivel de superación, así mismo, de su inteligencia emocional. Si realmente quiere recibir ayuda y salir adelante, lo más probable es que lo haga, pero si no acepta lo que es, y lo que quiere llegar a ser, es muy difícil que salga adelante, eso sí, también es importante que reciba apoyo y que tenga a alguien en el cual apoyarse y que lo guíe en un buen camino, para que cuando trate de darse por vencido, el apoyo moral más cercano, le diga: “no, tu puedes salir adelante, confío en ti”, pero como dijimos anteriormente, si no quiere recibir ayuda, lo más probable es que la prisión más que una ayuda y un nuevo comienzo, se convierta en un “descanso” en el cual organizan sus nuevos “trucos” para volver a infringir la ley. Para concluir, afirmamos que el mayor responsable de lo que está pasando es el gobierno, ya que no está cumpliendo bien su rol, ni logrando buenos sistemas dentro de las prisiones. Es por esto que ya los delincuentes entrar a la cárcel no es un castigo sino un trámite, porque ya saben que van a ser liberados en un par de días, y que su condena no va a ser muy larga, además que así aprovechan de aprender nuevas tácticas de su “trabajo”, para cuando logren salir, sean especialistas en su tema. De a poco las cárceles han ido perdiendo su esencia; ya no son un lugar donde el acusado puede reflexionar, y recapacitar por sus actos, sino que a llegado al punto de perfeccionar los errores para seguir cometiéndolos. Podemos observar que personas que están entrando a las cárceles no tienen un antecedente limpio, sino que ellos ya han pisado esos pasillos veces anteriores. Pregúntense la sentencia debe ser de ¿calidad o cantidad? Porque al parecer, la primera vez que fue detenido, no fue suficiente para cumplir el objetivo principal de la prisión. Atte. Jose y Vale